Antes de empezar con la construcción de nuestra página debemos tener claro cuáles son las necesidades de nuestro negocio y qué objetivos perseguimos con nuestra presencia en la red. Como explicabamos antes, la web es la columna vertebral sobre la que se construirá nuestra estrategia online.
¿Qué quiero conseguir con mi página web?
1. Visibilidad
Si tu empresa se dedica a vender servicios, o incluso si se trata de un negocio físico como por ejemplo una cafetería, seguramente lo que necesites es que la gente conozca su existencia. En este caso lo que tu compañía necesita es un escaparate online que permita que tus clientes potenciales encontrar lo que buscan. La página web que mejor se adapta a tus necesidades es la corporativa.
Web corporativa: Se trata de una web sencilla que tiene como objetivo poner en valor las virtudes de la empresa y generar confianza a los posibles clientes. Debe aportar información de valor a los usuarios y estar actualizada.
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2. Aumentar nuestra base de datos
Quizá tu objetivo en Internet no sean las ventas pero sí hacer crecer tu base de datos de posibles clientes para convertir este contacto en una venta futura en el mundo offline. Esta estrategia es ideal para productos que los usuarios no compran en la red, bien porque son muy caros o por sus características.
Web de Servicio: En este caso es necesario que nuestra web aporte información detallada sobre los productos. La página debe incluir formularios de contacto o solicitud de información que nos permitirán recabar los datos necesarios para conseguir que los usuarios se conviertan en compradores. Nuestra página puede incluir herramientas que nuestro público objetivo pueda utilizar, de este modo prestamos un servicio a cambio de sus datos personales.
Si crees que esta web es la que mejor de adapta a tus necesidades encuentra al programador adecuado para llevarla a cabo.
3. Vender
Está claro que si lo que pretende tu empresa es vender en Internet necesitas una tienda online. Lo más importante en este caso es adaptar la logística para garantizar las entregas y, por supuesto, coordinarla con el funcionamiento de tu página web.
E-commerce: En este tipo de páginas web, los protagonistas son los productos. Es imprescindible cuidar el diseño de este para que sean atractivas. Por otra parte, la usabilidad es la clave de las ventas online, no podemos permitir que el usuario se pierda cuando ha decidido comprar. Además debemos contar con un buen buscador interno que ayude a nuestros clientes potenciales a encontrar lo que necesitan.
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4. Imagen de marca
En el caso de que tu objetivo sea el Branding puede que no sea suficiente crear una página corporativa. Las estrategias de imagen de marca debe alejarse del autoelogio y ofrecer a los usuarios una experiencia. Se trata de estrategias de fidelización de clientes y el contenido de útil y de calidad es el rey.
Página de Branding: Las hay de muchos tipos pero todas tienen algo en común, atraen a los usuarios con contenido creativo y de calidad. Pueden incluir herramientas útiles o incluso juegos, cuyo objetivo es la viralización. Podemos entender estas webs como una estrategia de márketing ya que pretenden que el público tenga presente nuestra marca y la relacione con conceptos positivos.
